Glòria Vives nació en Barcelona una tarde del 79. Llovía mucho. Dice que por eso le gusta tanto el sol. Dibuja desde que recuerda, así que no podemos decir con exactitud cuándo empezó. Pero igual fue un lápiz el primer objeto que logró agarrar con sus propias manos. Tuvo una vida más o menos estable hasta que fue madre. Con todo el cambio que supone la maternidad, decidió tirarse a la piscina y apostar por vivir de su pasión. Ahora hace libros, es profesora de pintura e ilustradora por encargo o por amor al arte. Dice que funciona, que no nota la diferencia entre trabajar y vivir. Ya nos contó el embarazo y el parto de Júlia, su primera hija, en 40 semanas, un libro dibujado aprovechando el tiempo que se tiene cuando todavía no te has convertido en madre. Ahora nos cuenta su experiencia de ser mamá y su segundo embarazo, totalmente diferente, en un libro dibujado por las tardes, con una sonrisa en la boca, un bebé en la teta y unas ojeras profundas bajo los ojos.